miércoles, 22 de octubre de 2014

MEDELLÍN, ¿BURDEL O BOLA DE CRISTAL MÁS GRANDE DEL MUNDO?

Logran convencer cuando ponen cara de indignados, conmueven tanto que en realidad se llega a sentir culpa, pero todo se viene al piso cuando se abren los ojos.  No son más que los antagonistas de una de esas malas novelas brasileras que andan televisando en RCN. Pluralizo el sujeto porque la sociedad paisa en conjunto se mueve con la polémica, lo que pase después a su alrededor, simplemente no importa, o peor aún, lo hace parte del paisaje. 

Ustedes llegan y se ofenden porque el periodista Guillermo Galdos haciendo su trabajo, bien o mal hecho, pero intentando ser serio con él, publica un artículo internacional donde dice que Medellín es el burdel más grande del mundo. La lluvia de improperios, amenazas y defensas en todos los tonos no se hicieron esperar. Perfecto, muy bien, los felicito, son ustedes todos unos críticos enardecidos.


Entonces hay gente que no se queda con los brazos cruzados y de alguna forma quiere que ese turista que viene con rojas intenciones, se de cuenta de que existe hacia él un repudio que quiere ser manifestado, se piensa en una campaña que han replicado en las redes sociales y los múltiples negocios de barrios tan influyentes como Provenza, se comienza a masificar un movimiento con sentido social.

El logo del tacón se convirtó en sticker y valientes los pegan en todas partes diciéndole a los extranjeros que no les agrada que vengan en busca de sexo con nuestras "pobres niñas". Vuelvo y los felicito, me parece más que interesante.

Los buenos resultados no se harán esperar, de alguna manera la ciudad por medio de muchos de sus ciudadanos está levantando la voz diciendo, acá estamos para lo que necesites, el compromiso del de a pie en realidad se siente y se ve reflajado en la actitud de los muchos  que viven intensamente esta ciudad.

Pero la competencia sí que tiene claro el concepto de publicidad guerrilla, agitan las masas de una manera efectiva, o ¿quién puede decir que pasa un solo día sin ver un sticker en los vidrios traseros de los taxis promocionando lugares potencializadores del turismo sexual como La Isla o Fase II?. Creo que lograré muy pocas respuestas negativas porque en realidad están por todas partes. 



Estará mal de potencia mi motor de búsqueda, pero no he visto la primera protesta seria por esta manera de promocionar los lugares de esta índole en vallas ambulantes por toda la ciudad. Es acá donde entra la mejor de las actuaciones, digna de un Oscar de la Academia, somos muy buenos hipócritas. Pues estos stickers no son menos graves, promulgan de manera abierta el turismo sexual que tanto se repudia. Algunos dirán, "pero es una práctica legal", ok les cuento que venir a tener sexo con señoritas también, eso sí, haciendo la salvedad de que no se trate de niñas o niños menores.

Pero lo anterior es poco. Nadie me puede negar que la música tiene ese algo que a todos electrocuta, ese no se qué no se dónde que se apodera de la estructura y pone a vibrar cada parte del cuerpo, en este punto es bueno aclarar que no todos gustan de los mismos géneros, pero la realidad es que Medellín comercialmente tiene un rey, pues las nuevas generaciones crecen inmersas en una avalancha reguetón que trae un mensaje algo contaminado. Igualmente hay que decir, que no todos lo traen, pero su gran mayoría sí.

Dicho lo anterior los dejo con la cereza del postre, tres personajes se dan el lujo de producir en la ciudad de los indignados una "canción". Lo mínimo era esperar una reacción algo parecida a la de los dos primeros casos mencionados en este escrito, pero no, por el contrario estoy seguro de que la van a pasar en todas las emisoras y cuando suene en las discotecas se van a parar en busca de esa "mala" "ex seria" "la adicta a la noche" "la bandida".



Lo peor de la escena serán ellas, identificadas con el "temazo", van a pararse de inmediato a bailar, solas en medio de la pista con los ojos cerrados esperando el extranjero o gañán coterráneo que se atreva a seguir las culebritas que dibujan con sus pelvis. 

Así pues que amigos y amigas de mi tierra, antes de indignar el alma, tengan la bondad de mirar antes por su espejo retrovisor... Rompan la bolita de cristal, miren a su alrededor y sean muy concientes de que el turismo sexual se promociona en cualquier panorámico de la ciudad, y lo más trágico, la música hecha en su tierrita, la que sus hijos llamarán en unos años "folklore", terminará por convertirnos en el "burdelazo" del que habla el artículo publicado en el medio británico.






domingo, 19 de octubre de 2014

EL TIEMPO LOCURA TODO



La vi sufrir deciendo que no era capaz, la vi sin aire con las manos en los ojos, la vi abrazar el hombro más cercano ante la cruda realidad, todos los ahí presentes le aseguramos en diferentes tonos:  "la vida va a seguir, él no será ni el único ni el último que te haga sufrir". 

Hoy tres años después ella estaba ahí, en el mismo lugar que dejé aquel ser humano sin esperanzas, hoy todo era sequía en sus ojos, un huracan de valor. Al verme sonrió y con cara de alivio me dijo: "eres el único que me faltaba".

Sentí sus pasos firmes y poderosos, su mano tocó mi hombro como quien le habla a un pequeño, me sentó y mandó servir un nectar espumoso con aromas fuertes a lúpulo de tonalidad negra y un perdurable sabor a roble. 

Hacía un pequeño resumen de su vida en esos 36 meses, yo le exalté en varias etapas de la conversación mi alivio de verle tan bien, ella siempre dejó que el frio de aquella esquina se llevara mis halagos, simplemente siguió con  la sinopsis. 

Luego de darme un paseo retórico por el laberinto de sus múltiples posibilidades con otros hombres hizo una larga pausa, ahí aproveché y con mi rostro convertido en una incógnita me envolví en el silencio y logré lo que esperaba, su respuesta no pudo ser más contundente.

Como el más fiel de los corseles acercó su cara a centímetros de la mia, clavó una mirada despojada de dolor en mis ojos temerosos. Y allí en mi mar de incertidumbre, ella juntó las palabras que jamás se escaparán del cofre de las frases para no olvidar:

"Tenías algo de razón aquella vez, ese hombre fue el primero que me hizo sufrir, pero te prometo que fue el único"

En el impulso siguió su camino hacía mi boca y en un deje desvió su boca a mi mejilla más cercana, rápidamente recuperó su postura, levantó su botella, la chocó con la mia, se paró y como si no hubiese dicho semejante frase, fue y se filó entre las cuatro niñas que querían entrar al baño.

Yo era uno de los tres que estaba ahí y dije lo que dije, hoy entiendo que mi versión de consejero en el amor, junto al irresponsable y desmesurado empeño de algunos por romper los corazones de otras, habíamos creado a esa rígida persona que tenía ganas de orinar.

domingo, 5 de octubre de 2014

LA OTRA CARA DE LA MONEDA


Caminé por la plataforma, iba jugando con una moneda de 100 pesos, de las antiguas. Como un disparo para mis retinas los vi ahí parados con su facha dominguera, depronto, los pierdo. Como en su medida exacta la moneda cayó al piso mientras el vagón avisaba que ya iba a cerrar sus puertas.

Una vez allí, adentro de la caja rectangular, desafiando la física con el pensamiento, imaginé cómo se vería desde afuera mi ejercicio sencillo de gravedad, seguí lanzando la moneda cual árbitro de fútbol mientras el tiempo transportaba a unos 23 pasajeros dentro de esa caja a otro lugar.

Ellos estaban mirándose uno al otro equilibrando el mejor instante para darse un beso, ellos como cualquier enamorado se sintieron solos, únicamente acompañados por sus caricias y miradas, el tren frena y ella pierde el equilibrio de manera intencional, pues ella sabía que ese abrazo la iba a recibir.

Yo seguí jugando y la moneda volvió a caer, esta vez rodó hasta que mi pie le calló encima, involuntariamente quedé más cerca de lo que hubiera querido, esta pareja y el momento dulce que había visto, tomó un rumbo amargo.

La escena era como de un comercial de "Lady Speed Stick" a ella solo le faltaba el sombrero y a él ser el modelo de revista que terminaba con su nariz metida en la axila de aquella mujer, esto me ayudó a concluir que el Metro de Medellín era una locación muy cotidiana como para vivir comerciales expontáneos del famoso desodorante.

Todo desde mi sentido de la vista estuvo como de película, pero como no todo es perfecto, vino mi nariz a acabar con el mágico momento, nunca supe si era él o ella, pero uno de ellos estaba en el comercial equivocado, o quizá el acertado porque era un hecho que necesitaba echarse desodorante.