jueves, 2 de mayo de 2013

¿Vagones del Metro o Articulados de Transmilenio?

Todos los días me monto en una historia nueva, cada instante es un debate entre el ser y la ciudad, uno de esos que cada cual batalla como bien le plazca sin importar las leyes que se interpongan entre el yo "innovador" y el yo "vivo". Porque si de certeza hablamos no existe diferencia entre los unos y los otros, y no depende de cómo miremos el vaso, si medio lleno o medio vacío, porque si somos literales en cualquiera de las dos ciudades a las 6 de la tarde los vasos en los transportes públicos estarían totalmente derramados, sí sin agua, haciendo "charquito", de esos que da rabia, porque no son lo suficientemente grandes para verlos, pero si lo suficientemente húmedos como para empaparte hasta las medias.  

¿Qué nos diferencia? 
¿Qué nos hace tan interesantes al montarnos en el transporte público paisa?
   
 Yo que he vivido los dos, me voy a permitir compartirles mi "HUMILDE OPINIÓN". 

Empecemos por anotar que no se debe comparar Metro con Transmilenio, están en ciudades diferentes, rutas diferentes y para un volumen de público bien diferente. Con el perdón de ustedes y siendo conciente de la escama que levantará  mi siguiente afirmación, quiero confesar que a mi juicio... SON MUY SIMILARES.

- Qué en el Transmilenio hay tumultos, claro que sí compañeros... Por ponerles solo un ejemplo: los invito a  que cambien de línea en la estación San Antonio a las 6 pm... se vive, se siente el tumulto está presente.
  
- Que los conductores de Transmilenio son muy acelerados.... Ya van a decir que no han terminado pisando a medio tren porque al maquinista se le ocurrió acelerar en la mitad del camino cuando uno ya se soltó de su punto de equilibrio.

- Ustedes me dirán, "Qué va eso sólo lo entienden los rolos".... Ok mándelos entonces a "vallejuelos" desde Niquía con la única regla de no preguntar, ¿llegarán?  

- Allá en cada protesta los dañan y los vuelven "#$%& ... Acá la gente protestándole  a la vida se le tira quitándose la vida generando un trancón monumental en el sistema.

- Ese Robot de Transmilenio habla sin expresión, muy plano... habrá quienes digan que ese ánimo de quienes anuncian las estaciones en el Metro es demasiado feliz para su gusto.

- Que el precio!!... Los dos oscilan en la misma tarifa según las condiciones de cada uno, unos 1.600 pesos arroja la media estadística. 

Y así nos podemos pasar buscando las similitudes entre en uno y el otro, pero me aventuré a escribir a manera de análisis porque creo entender qué es lo que innova, qué nos hace hablar con orgullo de un sistema de transporte que conecto a toda la ciudad igual y como lo hizo Transmilenio. Acá también hay gente que huele maluco, allá también hay quienes se paran para dar el puesto a quien lo necesita, acá también nos ganamos un empujón, se nos cierra la puerta en las narices y corremos por las escaleras para alcanzar el vagón. Allá los niños también quieren ser los que pasen las tarjetas, corren en cuanto ven una silla vacía para terminan cargados mientras duermen sobre los pies de sus padres o madres. Somos tan exactos que lo único que nos diferencian son dos asuntos de corte Cultural, uno que nos lleva al otro:

1. Bogotá tiene la responsabilidad de llevar el apellido D.C. 
2. Es la ciudad de nadie, Colombia vive allí con ganas de volver a su lugar de origen

En Medellín acompañamos los empujones y los pisotones con una sonrisa, eso es loco, pero eso  como que innova. Es decir, yo te piso y además de pedirte excusas verbales, río.        

   

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